miércoles, 9 de junio de 2010

Huelga y orgullo

Ayer fue un día de huelga y la verdad, me da igual que la victoria o fracaso de la movilización se la apunten los sindicatos o no, pero de lo que estoy seguro es que en esta crisis en la que estamos, sólo se puede salir con la colaboración de los Agentes Sociales (Sindicatos, Patronal y Gobierno), Partidos Políticos y la Banca, y ayer fue ese día en el que los empleados públicos pudimos expresar nuestros sentimientos y transmitir al ejecutivo nuestro malestar no sólo por las medidas anticrisis que están llevando a cabo, sino por aquéllas que no se han puesto en marcha aún, por lo que estoy muy orgulloso de que por lo menos los empleados públicos nos hayamos manifestado y expresado nuestro malestar y no nos hayamos quedado con los brazos cruzados que es como en la mayoría de las ocasiones ha ocurrido con nuestro colectivo.

Aparte de reducir el gasto público, considero que tan importante o más es el controlar éste, ya que se duplican muchos esfuerzos y se hace un mal uso de los fondos públicos, independientemente de que se deberían de aumentar los ingresos, pero eso si, por favor, que no nos toque de nuevo a las rentas más bajas.


Espero que con esta huelga, el Gobierno haya tomado nota, y sin intención de amenazar a nadie, lleve a cabo otras medidas anticrisis, y el resto de Partidos Políticos, Agentes Sociales y Banca, sean conscientes de la importancia del momento y si hay que “apretarse el cinturón” pues se haga para poder salir de esta situación.


Rafael Hinojosa, secretario de la Asociación El Tercer Lado.

Las opiniones difundidas en este apartado son de la exclusiva responsabilidad de sus autores y no se corresponden necesariamente con las de "El Tercer Lado"

1 comentario:

  1. Hola Rafael, me parece muy correcta tu opinión sobre la huelga del 8 de junio. Añadiría desde mi experiencia que, efectivamente, parta de donde parta la decisión de recortar nuestros salarios, no podemos menos que protestar con nuestro derecho a la huelga, sea quien sea quien la convoque, por el incumplimiento (desprecio) por parte del Consejo de Ministros, de toda la normativa que nos ampara el derecho a la negociación colectiva de los funcionarios, plasmada tras la huelga del 14-D en 1988 en nuestra Ley de Organos de Representación y, en última instancia, en el EBEP y en los Acuerdos firmados recientemente con la Vicepresidenta Primera del Gobierno. Aunque nuestros conceptos retributivos estén tasados en cada una de las Leyes de PGE de cada ejercicio y votados por las Cámaras y de aplicación básica en las distintas administraciones públicas, el derecho a la negociación colectiva permite que, previamente a la aprobación parlamentaria, el texto presentado vaya negociado con los representantes de los empleados públicos y adquiera, quizás con más consistencia que ningún convenio de carácter laboral, una vez refrendado en el Congreso carácter de Convenio Colectivo con las mismas garantías ante posibles incumplimientos por cualquiera de las partes.
    En resumen, pienso que lo expuesto, aparte de muchas otras motivaciones, es causa suficiente para ejercer una huelga y para recurrir judicialmente la puesta en marcha de las medidas tomadas por el Gobierno (Decreto Ley) y refrendadas por la mayoría del Congreso (ley).
    Todo lo anterior no implica que los empleados públicos sujetos al Capítulo I seamos insolidarios. Sólo queremos que nos pregunten antes en el ámbito correspondiente.
    Saludos compañeros/as.

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