martes, 6 de noviembre de 2012

El INE y sus maniobras orquestales



Bien sabemos, y trascendencia ha tenido, que los telediarios llevaron a su portada el pasado 24 de octubre una “precisa” información sobre los salarios en España a resultas de una encuesta (http://www.ine.es/prensa/np741.pdf) del Instituto Nacional de Estadística (INE), permitiéndose proclamar a los cuatro vientos que los salarios de los funcionarios y empleados públicos en general superaban un 30,8% la media de los del sector privado.

Pronto -la caza no ha hecho sino comenzar- se publicará una estadística sobre el absentismo laboral en el sector público. En definitiva, el caldo de cultivo perfecto para manipular a la opinión pública de cara a la adopción de nuevas medidas de recorte, que nos afectarán directamente, entre el aplauso generalizado o el silencio cómplice como mal menor.

Tal revuelo ha creado la especie propagada que el propio INE, dos semanas después, ha emitido una nota explicativa sobre los resultados de la Encuesta Salarial 2010, cuya información más significativa se aprecia en el siguiente gráfico:


En este mini-estudio se vislumbra con meridiana claridad que los datos facilitados por el INE, aún tras la aclaración, están sólo "algo" sesgados y que para conocer con rigor el salario medio de un funcionario en la administración pública sólo hace falta saber cuántos funcionarios somos, a cuánto asciende la suma de los salarios brutos anuales y proceder a una simple división, cosa no tan inmediata por lo que ya conocemos...

Así que, necesariamente, partimos de la investigación facilitada por la propia encuesta. “Información” que, si no tendenciosa, sí al menos sectaria, merece de entrada unos pocos comentarios:

La misma está referida a 2010, es decir, antes de que se abriera la veda de los recortes. Por tanto, lo mínimamente correcto sería decir que "El salario anual en 2010, antes de los recortes, en el sector público fue un 30,81% más alto que el salario medio". Ello, reconociendo la propia encuesta que no incluye a funcionarios adscritos a mutualidades y sí a los empleados de empresas públicas, con su determinante influencia en los resultados finales en contra de los efectos de la pretendida “información”.

Pero la afirmación no sería del todo correcta: Si se analizan los resultados por secciones de la página 7, resulta que en el apartado "O. Administración Pública y defensa; Seguridad Social obligatoria", que sería el más "aproximado", el salario medio fue de 28.001,68 euros que, comparado con el salario medio total (22.790,20 euros), resultaría que en 2010 el salario en el citado sector fue superior en un 22,87% al de la media. Así que ya vamos encajando un poco los datos.

Sin embargo no del todo porque en el apartado "Q. Actividades sanitarias y de servicios sociales" de la misma página 7 se aprecia que el salario en 2010 fue de 26.331,24 euros, es decir, un 15,54% superior al de la media. Este dato hay que complementarlo desde la base de que en el sector privado de la Sanidad se cobra (bastante) más que en el público, aunque para ser justos habría que decir que también se “curra” (bastante) más. Continuamos, pues, encajando datos.

Finalmente, la verdadera dimensión se aprecia, en la reiterada página 7, en el apartado "P. Educación" donde en 2010 el salario medio era de 21.751,87 euros, es decir un salario medio inferior en un 4,56% al de la media. Este dato debería ser completado con los salarios del sector privado de la Educación y del sector concertado que (como puede corroborarse aquí) son más o menos parejos a los de la Educación Pública.

En conclusión:

Si en la Junta de Andalucía nuestro capítulo I es de 9.768 millones de euros (M€) y, dentro de él, el correspondiente a Sanidad (SAS: 4.061 M€, incluidos incentivos) y a Educación (4.153 M€) representan un 84,10% de la totalidad del capítulo, podríamos hacer una media ponderada (grosera) con los datos anteriores y concluir que en el sector público andaluz, en 2010 y antes de los recortes, los salarios en estas dos actividades fueron un 5,5% superior a la media.

Si a lo anterior se añade que en la Administración General de la Junta de Andalucía los salarios medios son algo inferiores a los de Sanidad y Educación, entonces ¿qué nos queda tras los recortes de 2010 y de 2012? La respuesta sólo puede ser: “una ruina para, encima, sacar de la crisis (ojalá fuera sólo de valores) a los que en ella nos zambulleron”.

Francisco Romero, presidente de la Asociación El Tercer Lado.

Las opiniones difundidas en este apartado son de la exclusiva responsabilidad de sus autores y no se corresponden necesariamente con las de "El Tercer Lado"

2 comentarios:

  1. Magnífico análisis que deja baldío el intento de ciertos grupos de interés por denigrar y poner en el punto de mira al funcionario público.Y eso que,a pesar de que los datos sean tozudos,lo vuelvan a intentar de todas las formas posibles.

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  2. Cierto, magnífico reportaje, lástima que esté escrito en lenguaje jeroglífico que sólo unos pocos vamos a entender. ¿cómo puedo gobernar a mi antojo?
    1º.- Por el terror.
    2º.- Manipulando a la propia Sociedad.
    3º.- Crear un enemigo inexistente.
    4º.- Provocar miserias.
    5º.- Construir un amplio ejército que coma de mi mano.
    Todo esto es muy sencillo, y los miserables lo han utilizado a lo largo de nuestra Historia, desde Mesopotamia hasta ayer mismo.
    Desde hace unos años el PSOE en España-Andalucía ha modelado a su gusto a la siempre dormida sociedad, pero en un momento dado se encuentra una parte de ella se despierta (los funcionarios) como en una película de ciencia ficción ante la verdadera realidad. ¿Cómo puedo frenarlos? Siguiendo los puntos anteriores, pero actualizado al siglo XXI. Ya que no los puedo fusilar a todos, los pongo al borde de la necesidad (bajada de sueldos, supresión de pagas extras y de complementos, imposibilidad de promoción), los divido favoreciendo a unos y a otros no y creo unos falsos sindicatos que dan la apariencia de protectores de los derechos laborales pero que actúan con doble filo; construyo otro Estado dentro del mismo Estado (administración paralela); y por último publico noticias falsas sobre quién tiene la culpa de las desdichas señalando al hermano de su hermano, al padre de su hijo.
    Así fueron eliminados o casi extinguidos pueblos enteros: cristianos, musulmanes, monoteístas, pieles rojas, protestantes, judíos, pacifistas, tibetanos, etc. Y ya no digamos de ideólogos políticos.
    En fín, no hemos aprendido nada. Somos peores que las bestias.

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