La pasada semana, el Gobierno popular de Extremadura, que lo es por el apoyo al menos implícito
de Izquierda Unida, anunció que los empleados públicos de la Comunidad Autónoma
recibirán finalmente la paga extra de Navidad que suprimió el Gobierno de Rajoy
para el presente ejercicio, a través de los 240 millones que le reportará la
reciente sentencia del Tribunal Constitucional que avala el impuesto extremeño
sobre los depósitos bancarios.
Ayer mismo, el Gobierno socialista en funciones del País Vasco (recientemente derrotado en las urnas),
en uso de su “soberanía”, se sumó a la iniciativa de Monago, lo que supondrá a
las arcas vascongadas 207 millones de euros.
En la Comunidad Foral de Navarra, una ponencia parlamentaria estudia en estos momentos sólo la fórmula de
su aplicación pues la decisión está tomada en el mismo sentido.
¿Y la Andalucía Imparable, qué dice al respecto? Ni se lo
plantea. Con voz engolada el portavoz del Ejecutivo andaluz afirma que “la
decisión de retirar la paga extra la tomó el Gobierno de la nación a través de
un decreto, y entendemos que desde Andalucía no se puede regular en contra de
esa norma”.
Lo que no dice el
portavoz es que la medida se fijó sólo para 2012 y que el borrador de Presupuestos
Generales del Estado para 2013 contempla su recuperación para todos los empleados públicos españoles,
mientras que la Junta de Andalucía nos vuelve a castigar detrayendo para el próximo
ejercicio, como hiciera el pasado junio, la paga adicional recientemente
consolidada y convertida, por mor del destino, en flor de un día ya muy lejano.
Una de dos: o los
dirigentes de Extremadura, País Vasco, Navarra, PPE, IUE, PSE y UPN, prevarican
al por mayor y al detal o, por el contrario, los de Andalucía, PSOEA e IUA -felizmente
instalados en la moqueta- se burlan de sus empleados públicos. Más parece lo
segundo porque, igual que exhiben sus potestades para eliminar la paga adicional,
¿por qué no hacen uso de las mismas para crear un “complementodenosotroslosgüenos”,
o similar, equivalente a la paga extra, en detrimento de otras secciones del
presupuesto que apestan a nepotismo, amiguismo y corruptelas, valga la redundancia?
Francisco Romero,
presidente de la Asociación El Tercer Lado.
Las
opiniones difundidas en este apartado son de la exclusiva responsabilidad de
sus autores y no se corresponden necesariamente con las de "El Tercer
Lado"
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