"Si se metió en un callejón sin salida, no sea tonto, salga por donde entró”. Así concluía nuestro compañero el excelente trabajo “Reflexiones sobre el plan de reordenación del sector público de la Junta de Andalucía – Informe Escribano”, donde, además, se recogen suficientes motivos que lo invalidan. Creemos, por ello, que esa es la mejor y la única salida que pueden tener el Decreto-Ley 5/2010, el 6/2010 y el proyecto de ley de “reordenación”.
Los empleados públicos no somos el problema, sí lo son la duplicidad de organismos, de funciones… la “administración paralela”, en una palabra. Nada hemos tenido que ver en la creación de ese monstruo; al contrario hemos sufrido y estamos sufriendo las consecuencias de tanto nepotismo, de tanta ineptitud, de tanta incompetencia.
Ya está bien de mirar siempre afuera. Los empleados públicos somos un colectivo bien formado, suficientemente capacitado, muy experimentado e independiente. Y es por ello por lo que queremos sentirnos útiles. Nunca nos hemos conformado con la estabilidad en el empleo y el sueldo y siempre hemos aspirado –hoy con más ahínco- a ofrecer una mejor prestación del servicio público y, para ello, es preciso que ésta se realice en las mejores condiciones técnicas, materiales y profesionales posibles y con el necesario apoyo de una legislación en materia de función pública ayuna de muchas mejoras para dignificar la carrera del empleado público.
Durante años nos han vaciado de competencias, encomendándolas al personal externo. Hoy exigimos recuperar las funciones que nos fueron usurpadas, queremos recuperar la ilusión, la motivación y el espíritu de trabajo. Sin embargo, nos ponen de pantalla a “esos” externos que están haciendo las funciones que siempre hemos hecho nosotros. Nos quieren enfrentar.
Los trabajadores de los entes instrumentales no son nuestros enemigos, no son responsables de la situación. La mayoría ejerce su función con rigor y responsabilidad. No tenemos ninguna duda. Tampoco son el problema. Pero es cierto que el acceso a la condición de empleado público debe respetar los principios de igualdad, mérito, capacidad y publicidad, conforme a los artículos 14 y 23.2, en relación con el 103, de la Constitución Española. Y sólo conforme a ellos deberían ofertarse esas plazas. Es cierto que no han tenido la oportunidad de consolidar sus puestos y eso es lo que deberían exigir a los responsables del desaguisado. ¡Sólo con la antigüedad y experiencia acreditadas, la mayoría tendrían sus puestos asegurados... ! ¡Y no le deberían nada a nadie!
Todos sabemos quiénes son los culpables, y tienen nombres: los actuales dirigentes políticos de la Administración andaluza que, con la “reordenación”, no buscan defender los derechos de los trabajadores de los entes instrumentales, sino que lo único que pretenden, temiendo la debacle electoral que pronostican los sondeos, es asegurarse su futuro, el de ellos –ex altos cargos, eventuales, sindicalistas, etc.- y el de los suyos –familiares, afines política y sindicalmente, y demás allegados-. Si esto no fuera así, ¿por qué esa obsesión por contratar desaforadamente? ¿A cuento de qué, y a lo sumo, sólo los puestos directivos de las nuevas Agencias que impliquen el ejercicio de potestades públicas serán ocupados por funcionarios de carrera? ¿Y el resto? ¿Cuantos puestos innecesarios se van a volver a crear para dar cobijo a tamaña desvergüenza? ¿Dónde dejan el pregonado ahorro?
Tampoco, al contrario de lo que propagan, están diseñando la Administración de los próximos 30 años. En realidad, lo que están es hipotecando el futuro de Andalucía, de nuestros hijos y de hasta nuestros nietos, probablemente para más allá de los próximos seis lustros.
Tampoco buscan el ahorro, que supone la eficacia y eficiencia en la gestión. Además del blanqueo de empleo negro y del blindaje de sus puestos, lo que buscan desvergonzadamente es seguir saltándose los controles legales y reglamentarios a que están sometidos los órganos de la Administración Pública. En una palabra, quieren seguir disponiendo de los “fondos de reptiles, o de anfibios”, como hasta ahora y, para conseguirlo, se convierten en sujetos peligrosos, en una “especie” destructiva que obvia o desecha a los órganos fiscalizadores, aniquilando de ese modo a los únicos garantes de la legalidad, la imparcialidad y la objetividad y fomentando la ausencia de regulación de los procedimientos de concurrencia competitiva en la concesión de ayudas para usar la subvención excepcional de forma ilegal, como ha denunciado la Cámara de Cuentas, para, de ese modo, eternizar el reparto del dinero público entre sus allegados, sin ofrecer a los ciudadanos la posibilidad de concurrir. A modo de ejemplo, y como se apunta en algunos medios, ¿pudieran convertirse en empleados públicos al grupo de trabajadores de FAFFE, o de Empleo, nativos -¡qué casualidad!- de El Pedroso? Llegado el caso, ¿pudiera entenderse que existe alguna relación con los responsables de la trama de los E.R.E.?
Queda claro, pues, que los empleados públicos, cuando nos manifestamos, lo hacemos contra una norma que vulnera nuestros derechos. No buscamos manifestar hostilidad alguna contra el gobierno andaluz y tampoco estamos, necesariamente, en una posición política contraria; lo hacemos desde todos los enfoques políticos y sindicales posibles.
Tampoco buscamos desgastar al gobierno de la Comunidad que, para ello, se basta y se sobra él solito. Lisa y llanamente, defendemos nuestra dignidad. El desgaste que dicen sufrir es un problema que tienen dentro, sin solución posible, que se llama ineptitud e incompetencia manifiesta para gestionar la crisis económica y resolver los problemas que afectan a todos los andaluces.
Son tan ignorantes, tan inútiles, que han conseguido con suma facilidad algo tremendamente arduo de alcanzar: la unión del colectivo de empleados públicos. Esa unión y movilización no es debida a intereses ocultos como proclaman; al contrario, sólo han florecido gracias a sus decisiones arbitrarias, interesadas y partidistas. Sin ellas, la respuesta conjunta, unánime y contundente –concentraciones, manifestaciones- no hubiera sido posible.
Y porque “todos unidos” lo conseguiremos, tenemos claro que seguiremos luchando contra las injusticias que vulneren nuestros derechos y en defensa de nuestra dignidad. Y para ello continuaremos denunciando públicamente –ahora parece que sí tienen repercusión- todo acto alegal y arbitrario; en nuestras concentraciones y manifestaciones seguiremos con nuestros eslóganes: “por unos servicios públicos de calidad, no a la privatización, no al enchufismo”; seguiremos utilizando nuestros “silbatos, bombos, vuvuzelas y camisetas”; seguiremos insistiendo con nuestros estribillos que “la actual Junta es su cortijo y que con él se derrumba no sólo la nave de aperos, sino todos sus privilegios por tanto tiempo acumulados” y dejaremos claro, una vez más, que la realidad la distorsionan quienes se preocupan sólo de su propio interés particular y no del general, aún yendo contra los ideales centenarios de la formación que los cobija.
Quizás por ello, con añoranza, algunos todavía recuerdan que hubo un tiempo en que las personas que integraban el PSOE e IU, que hoy apoyan el proyecto de ley de “reordenación”, eran admiradas por su honradez y determinación, plantando cara a las injusticias. Eran otros tiempos, también otros los nombres. Hoy hacen frente a las injusticias promovidas desde el poder, acordando con éste, o desde éste, otras “soluciones” igualmente injustas.
Los empleados públicos sabemos lo que está en juego y por ello, pese a todo, vamos a conseguir, más pronto que tarde, la derogación de los decretos-leyes 5 y 6/2010, de la Ley de “reordenación” y de toda la batería de medidas que se les ocurra a los que, velando únicamente por sus particulares intereses –“¡Currito, dale al botoncito!”- las van a aprobar el próximo día 16, eso sí, y que quede claro, de manera provisional. Tiempo al tiempo porque... ahí vamos a estar.
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16 DE FEBRERO: MOVILIZACIONES EN TODA ANDALUCÍA CONVOCADAS POR SINDICATOS, PLATAFORMAS Y ASOCIACIONES DE EMPLEADOS PÚBLICOS
Puntos de velorios simultáneos y legalizados:
Almería: Acto: Concentración – Manifestación: Hora de Inicio: 17 horas
Lugar: Delegación del Gobierno. ( Paseo de Almería) Después habrá una marcha hasta La Plaza de las Velas , terminando el acto a las 19 horas.
Cádiz: 17 horas concentración en la Plaza de España, con posterior manifestación hasta la Plaza de S. Antonio, hasta las 19 horas.
Córdoba: Concentración en la Delegación del Gobierno, C/ San Felipe 5, de 17 a 18:30 horas.
Granada: Concentración en la Delegación del Gobierno, en Gran Vía de Colón (Edificio de la Normal ), de 17 a 18:30 horas
Huelva: concentración a las 17 horas en la Delegación del Gobierno,C/ Sanlucar de Barrameda, con una duración aproximada de 60 minutos.
Jaén: concentración de 17 a 18:30 horas en la Plaza de la Batallas, Delegación del Gobierno.
Málaga: concentración de 17 a 18:00 horas en la Alameda Principal 18, Delegación del Gobierno
PARA QUE NO SE OLVIDE NUESTRA LUCHA!!
También se ha lanzado la propuesta, a través de los foros, de llevar reptiles de plástico y lanzarlos al final tras la vallas del Parlamento.
Andalucia necesita AYUDA ante todos los politicos ladrones que estan empobreciendonos MAXIMA PUBLICIDAD, SOBRE LOS ERES-REPTILES EN BRUSELAS, ¿¡podran ayudarnos?¡
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