Plagiando a César Vidal… Corría el año 110 después de Cristo cuando se publicaron en Roma las sátiras de Juvenal. En ellas, el habilísimo poeta latino diseccionaba la sociedad romana con una agudeza y un sentido del humor verdaderamente prodigiosos. Precisamente, en su sátira X, donde Juvenal comenta la manera en que los seres humanos, por su propia naturaleza, tienden a confundir el bien con el mal, realizaba la siguiente descripción del pueblo de Roma: “qui dabat olim imperium, fasces, legiones, omnia, nunc se continet atque duas tantum res anxius optat, panem et circenses” lo que podría traducirse de la siguiente manera: “el pueblo del que en otra época dependían el gobierno, la justicia, las fuerzas armadas, todo, ahora se desentiende y sólo desea con ansia dos cosas: pan y circo”.
La X sátira de Juvenal criticaba con dureza al pueblo romano que hasta entonces, merced a la Democracia, había sido dueño de su destino y se había sentido orgulloso de sus instituciones. Llegado el momento del régimen despótico empezó a conformarse con bienes miserables: pan y regocijo.
Sin ánimo de ser exhaustivos, los hechos son los siguientes:
1º. El pasado mes, Europa impuso a España recortes adicionales del gasto público hasta alcanzar los 5.000 millones de euros este año y los 10.000 millones en 2011.
2º. Entre las medidas adoptadas por la “Oficina Económica de la Moncloa destacan la casi total paralización de las inversiones, la congelación de las pensiones, la supresión del cheque-bebé y el tijeretazo al sueldo de los empleados públicos hasta en un 7%, lo que supone una amputación de derechos sociales sin precedentes.
3º. Desoyendo el rosario de otras posibles medidas facilitadas desde distintos estamentos, entre otras las aportadas desde este sitio, y no plenamente satisfecho, el Gobierno, en sesión extraordinaria del Consejo de Ministros, ha dado a conocer hoy las claves de “su” reforma laboral mediante Decreto-Ley (otro “decretazo”) que tramitará como proyecto de Ley.
4º. Cargándose de un plumazo la legislación laboral franquista, ha acabado abaratando el despido para las empresas en todos los contratos fijos y deja, confusamente, en manos de los jueces la decisión de cuándo serán procedentes.
5º. Así, queda establecido que una empresa en pérdidas (“situación económica negativa”, dice el texto) no tendrá que pagar 45 días de indemnización (como es la norma hasta ahora), sino 20, de los que, además, ocho serían a cargo del Fogasa (Fondo de Garantía Salarial), es decir, otra vez, a costa de todos.
6º. Además, el abaratamiento sólo repercutirá en lo que paguen los empresarios, no en lo que cobren los trabajadores despedidos: el abono de ocho días de la indemnización por despido por parte del Fogasa no incluirá sólo a los contratos de fomento del empleo estable (33 días de indemnización por despido improcedente), sino también a los contratos indefinidos ordinarios (45 días de indemnización). O sea, que para los empresarios se reduce el coste de echar a cualquiera de sus trabajadores fijos, en cualquier tipo de contrato, mientras, eso sí, pagan los de siempre.
7º. En definitiva, el coste habitual del despido de un trabajador fijo pasará de 45 a 25 días, porque se generaliza el contrato con indemnización de 33 días por año trabajado y porque nosotros nos hacemos cargo del pago de 8 días.
8º. Para colmo, estos expertos conocedores de la sociedad española, que lo son, y grandes manejadores de la propaganda, han aprovechado el debut de España en el Mundial de Sudáfrica (opio del pueblo, se decía en otros tiempos) para aprobar el inicio de la reforma laboral y del abaratamiento del despido en España, que prometieron nunca llevar a cabo.
9º. Así, a la inmensa mayoría de ciudadanos de este país, convertidos en seguidores de este circo mediático -han vuelto a demostrarlo- le importa un pito los enormes problemas en los que España en general y Andalucía en particular, se sume día a día.
10º. Semejante dislate se produce mientras los impasibles sindicatos y las organizaciones empresariales -convertidos en paniaguados del Gobierno gracias a las millonarias subvenciones en la que se rebozan- “pasan” de la situación de emergencia nacional que padecemos, al tiempo que, los primeros, nos convocan a una huelga general -¡cuán largo me lo fiáis!- a casi cuatro meses vista.
¡Qué país, qué paisaje, qué paisanaje…!, Unamuno dixit.
Continuemos, pues, españolitos, narcotizados, atentos a “la roja”, a sus próximos encuentros –pinchó en su debut-, a la final del Mundial que disputaremos -eso dicen- sí o sí, y olvidemos estas cosas tan desagradables que nos cuentan los políticos y que sólo interesan a unos cuantos entre los que se encuentran los “antipatriotas” de siempre.
Hoy, 1.900 años después, sigue vigente y de plena actualidad la X sátira de Juvenal: “el pueblo del que en otra época dependían el gobierno, la justicia, las fuerzas armadas, todo, ahora se desentiende y sólo desea con ansia dos cosas: pan y circo”. Y, lo que es más lamentable, siempre encuentra un gobierno dispuesto a complacerlo.
Francisco Romero, presidente de la Asociación El Tercer Lado.
Las opiniones difundidas en este apartado son de la exclusiva responsabilidad de sus autores y no se corresponden necesariamente con las de "El Tercer Lado"
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